TEL AVIV, Israel.- Los familiares de los últimos rehenes israelíes liberados de Gaza tras dos años de cautiverio afirmaron que sus seres queridos soportaron condiciones espantosas y que algunos fueron recluidos en jaulas, fosas o túneles.
El movimiento islamista palestino Hamas, que gobierna Gaza, liberó la semana pasada a los 20 rehenes supervivientes, como estipulaba el acuerdo de alto el fuego con Israel.
Entre ellos estaba Omri Miran. “Al principio, había cinco rehenes en una jaula de 1,8 metros por 1,6 metros”, describió su hermano Boaz Miran al periódico Israel Hayom. “No se puede estar de pie ahí dentro, tienes que agacharte”.
Otro de los rehenes, Guy Gilboa Dalal, tenía 24 años cuando fue secuestrado en el ataque de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra. Fue retenido junto con su amigo de infancia Evyatar David. En agosto, Hamas difundió un video en el que se le veía gravemente desnutrido y visiblemente debilitado mientras cavaba su propia tumba dentro de un túnel.
“Todos vimos el video de Evyatar en cautiverio: no era más que piel y huesos”, dijo Gal, hermano de Guy Gilboa Dalal. “Guy estaba exactamente en las mismas condiciones”, declaró.
“Hamas los hizo pasar hambre para convertirlos en ejemplos visibles de lo que es el hambre”, agregó Gal, refiriéndose a la escasez de alimentos que causó el bloqueo impuesto por Israel en la Franja de Gaza.
Hamas entregó otros dos cuerpos de rehenes israelíes y crece la tensión por la ayuda humanitaria en GazaEl hermano del ex rehén también mencionó los intentos de manipulación psicológica que sufrieron los cautivos. “Les contaron mentiras: que el ejército israelí los estaba buscando para matarlos. Les mostraron a otros rehenes que, según les dijeron, habían sido asesinados deliberadamente por las fuerzas israelíes”, aseguró. “Tienen un largo camino por delante, física como mentalmente”, añadió.
Un responsable de Hamas, que pidió anonimato, afirmó que el movimiento islamista y sus aliados “trataron a los detenidos bajo su custodia de acuerdo con la enseñanza del islam, de manera ética y humana”.
Según dijo, los rehenes vivían “en las mismas condiciones que sus guardianes” y recibían “atención médica y psicológica, así como comida en función de la disponibilidad en Gaza”.
Un organismo de Naciones Unidas declaró en agosto la hambruna en una parte del territorio, lo que Israel rechazó.
“Ningún cautivo fue objeto de insultos ni torturas, a diferencia del trato que reciben los prisioneros palestinos por parte de Israel”, añadió el representante de Hamas. Ninguno de los 20 ex rehenes se pronunció públicamente, pero sus familiares revelaron detalles de su cautiverio.
Sin oxígeno
Tami Braslavski afirmó en “The Times of Israel” que su hijo Rom fue azotado y golpeado entre abril y julio “con objetos que no voy a mencionar”.
Avinatan Or, quien estuvo recluido en solitario durante dos años, intentó escapar en una ocasión, pero fue capturado y encerrado en una jaula esposado, contó su padre, Yaron: “Era un recinto de alambre de 1,8 metros de altura, tan largo como un colchón y un poco más. Se podría llamar una jaula”.